Petro firma decreto y pone fin a la incautación y comparendos por dosis mínima en Colombia.

Con el decreto firmado por el Presidente Gustavo Petro, el pasado 7 de Diciembre de 2023 (Decreto 2114 que deroga el decreto 1844 firmado por el Expresidente Iván Duque en 2018) se dió un paso más hacia una relación menos conflictiva con las drogas y se volvieron a tocar las fibras sensibles de nuestra sociedad conservadora colombiana.

La firma de este decreto presidencial va en la línea que se trazó este gobierno desde la Política Nacional de Drogas “Sembrando vida, desterramos el narcotráfico” y es una apuesta por desmontar progresivamente los mecanismos que se habían dispuesto jurídicamente y administrativamente para que las mecánicas de la mal llamada “Guerra contra las drogas” mostraran falsos resultados, incluso si eso implicaba atacar el eslabón más débil de la cadena. El consumidor final.

Por un lado, el documento de la Política Nacional de Drogas (2023 – 2033) crea un marco bien definido en que “desplegará una estrategia integral” en un plan llamado “Oxígeno” para los territorios, comunidades, personas y ecosistemas que se han visto desproporcionalmente afectados por el mercado de drogas ilegales y en uno de sus tres pilares cruciales propone “…Abordar el consumo de sustancias psicoactivas desde un enfoque de salud pública y de derechos.

Por otro lado, esta derogación les quita la herramienta más importante que tenían los miembros de la Policía Nacional para efectuar labores represivas, requisas, decomisos o incautaciones y comparendos por el porte de sustancias psicoactivas (u otras razones que terminaban documentadas de manera acomodada como porte de sustancias, a voluntad del Policía de turno). Se busca entonces dejar en el pasado ese conflicto social generado por las acciones represivas e inconstitucionales de las instituciones policivas en contra de la misma sociedad que se supone debe cuidar y salvaguardar, sobre todo a los más vulnerables.

Un análisis de Échele Cabeza (ATS) en su cuenta de X, da cuenta del aumento desproporcionado de los comparendos “Desde 2017 que empezó el código de policía, los comparendos se dispararon en Bogotá de 3.000 a 14.000 por mes teniendo su punto más alto a partir del decreto @IvanDuque en octubre de 2018.

Los consumidores sabían de dosis mínima y protección constitucional y esto generó problemas…” siendo este uno de los ingredientes que muy seguramente fueron cruciales en el estallido social y los ataques directos a los CAI en ese momento. Este análisis es sólo una de las tantas evidencias que se aportan y que apoyan fielmente la implementación de estos cambios en cuanto la la Política de Drogas actual para la ejecución del plan “Oxígeno”

Las Reacciones.

El contrapeso que se ha generado por parte de un sector de la sociedad Colombiana para evitar a toda costa una revolución cannábica cómo desde hace años debería haber sucedido en este país, dio cuenta de sus reacciones más extremas al divulgarse los términos del nuevo decreto. Los vaticinios y argumentos más inverosímiles fueron el contenido principal publicado por las voces de la oposición política y el ala más conservadora de la derecha en sus cuentas de X (antes Twitter), mensajes que luego fueron replicados a los 4 vientos por los medios tradicionales.

Uno de los primeros en lanzar su publicación fue el Expresidente Álvaro Uribe, comenzando con la frase “Legalizar la droga, y entonces la juventud y la familia y el futuro de la Nación?“. A continuación el post completo:

El post, describe una visión muy personal (y distorsionada) del ex-presidente con respecto a lo que sucede realmente en nuestras ciudades. La primera frase es una falacia en sí misma, pues no se está legalizando la droga, como lo insinúa, sino que se deroga un decreto contradictorio con lo que ya la Corte Constitucional había ordenado en su Sentencia C-221 de 1994 , “el consumo de la dosis para uso personal solo incumbe a quien realiza el comportamiento. Según la Corte, al sancionar dicha conducta se está privando a las personas de ejercer su autonomía“. Así, la dosis mínima está permitida. A partir de esta sentencia queda despenalizado en Colombia el porte y consumo de la dosis para uso personal. ¿Porqué deberían seguir los policías en Colombia, revisando bolsos y hurgando bolsillos, buscando baretos, en lugar de atacar la real delincuencia, como debe ser?

El expresidente, en su segundo párrafo también se equivoca.

“Colombia no lleva personas a la cárcel por consumir o portar dosis personal de drogas…”

En la publicación de Échele Cabeza mencionada al principio de este artículo, “Según datos de @PoliciaColombia publicados en el informe “Bolillo, Dios y patria” de @TembloresOng durante el periodo del decreto de @Ivanduque las agresiones de fuerza pública a personas consumidoras se ubicaron en el primer puesto.

Esto es sólo la punta de iceberg y demuestra que realmente se están perdiendo la libertad y la dignidad de personas usuarias de sustancias, sólo por llevarlas encima para su uso personal.

Y cómo se “prioriza la prevención y la rehabilitación” como mandato constitucional? Si desde el mismo gobierno en su momento se crearon herramientas para que la policía, por fuera incluso de sus funciones, hiciera un juicio y ejecución inmediatas (falsa incautación o destrucción de la sustancia) si daban con alguien que llevara su dosis encima.

Uribe hace gala de un extenso desconocimiento en temas de consumo personal recreativo, que de nuevo no tienen nada que ver con los controles policivos, como lo dictó la Corte Constitucional y además apela a “la destrucción de la familia”, sabiendo a todas luces que “el guaro” del que ha hecho gala en varias ocasiones, es mucho más responsable de violencia intrafamiliar y destrucción de la juventud, por su toxicidad y por la promoción indiscriminada al ser legal.

el ex-presidente cierra con broche de oro al relacionar estos procesos de ajustes entre las labores de la policía y las leyes constitucionales que rigen a los Colombianos, con un “camino ascendente al fentanilo y a la muerte.” apelando nuevamente al miedo y a la desinformación. “Entonces tendremos a papá y mamá “trabados” los fines de semana” y los niños, adolescentes y jóvenes a la suerte de la calle.“, un escenario que si el ex-presidente no lo sabe, YA existe con las drogas legales actuales y se puede prevenir perfectamente con un acompañamiento educativo en abuso de sustancias y prevención de daños.

En la misma red social X, el Representante a la Cámara por Bogotá Juan Carlos losada, le respondió directamente a Uribe de manera contundente, invitándolo al final a un debate público y sobre los argumentos.

En la misma línea de Uribe estuvo la reacción del también ex-presidente Ivan Duque, que explicó que el decreto que él firmó “buscaba decomisar drogas en las calles, no criminalizar consumidores“, cosa que efectivamente no sucedió y no se cumplió en toda su dimensión. Según él “Con las nuevas disposiciones, les llegó su diciembre a los delincuentes” y que va en detrimento de los niños, niñas y jóvenes Colombianos.

A propósito del proyecto de ley impulsado en el congreso sobre la reglamentación Constitucional de uso adulto del cannabis, la Representante María José Pizarro destacó en una publicación reciente, titulada “Mitos sobre la Regularización de Cannabis de uso adulto” donde resalta los esfuerzos que se hacen actualmente para la protección de niños, niñas y jóvenes en este sentido (3er slide).

✖️ La niñez queda desprotegida (Mito)
✅ Se busca regularizar solo en mayores de edad, el proyecto propone un PLAN DE PROTECCIÓN INTEGRAL A LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA donde se restringe el consumo, publicidad y venta en entornos escolares y educativos, religiosos, centros de atención a la primera infancia y salud, entre otros…

En la publicación de la Representante se enumeran otros mitos que enlodan la discusión sobre la legalización del cannabis en este caso y que al no aclararse en el debate público, generan más ruido y desinformación que beneficia a los argumentos falaces ofrecidos por la oposición.

Fue así que hasta el Ministro de Justicia Néstor Osuna, tuvo que salir a los diferentes medios a hacer aclaraciones sobre este nuevo decreto y que ha sido utilizado nuevamente por sectores ultra-conservadores para sembrar miedo frente a las nuevas políticas de drogas en Colombia.

El debate apenas está comenzando a caldearse y falta mucho camino por recorrer, para brindar información veráz y centrada en los hechos sobre estas nuevas medidas tomadas por el gobierno nacional, siempre con el objetivo de transformar nuestro país en un territorio de paz y cumplir con el acuerdo de la Habana. Sólo difundiendo la verdad y argumentando con contundencia podremos pasar la página y llegar al protagonismo que merece nuestro país en términos de políticas de drogas en este lado del hemisferio.

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